La afición de Cruz Azul le ha dado la espalda a su equipo. Ese apoyo incondicional de los celestes, con el que siempre habían sido identificados, ha disminuido notablemente en este Apertura 2022. Las imágenes de un Estadio Azteca desolado, con baja asistencia, grandes espacios llenos de soledad y hasta protestas en las gradas, con todo y abucheos a algunos jugadores en específico, han sido las más recurrentes en las últimas semanas. Sólo los más fieles se han dado cita al sur de la capital, ya sea para mostrar su lealtad al equipo de sus amores o para manifestarse en contra.
El seguidor cementero está molesto y diversas son las causas de ello. Malas decisiones a nivel directivo es de lo que más se han quejado. La falta de refuerzos de renombre e incorporaciones tardías como se acostumbraba en anteriores gestiones también han afectado.
Las salidas de jugadores referentes en defensa y ataque como Pablo Aguilar y Santiago Giménez, que otros futbolistas como Rafael Baca y Julio César Domínguez sigan como titulares, un mal funcionamiento en el terreno de juego con el anterior director técnico Diego Aguirre, que dejaron una pobre cosecha de siete puntos como local de 18 posibles con rivales que parecían accesibles y hasta un alto costo en el boletaje, han hecho que la afición se aleje y los números son bastante claros.
En los seis partidos que La Máquina lleva como local en el certamen y ya sin ningún tipo de restricciones por Covid-19, han ingresado un poco más de 93 mil aficionados. Fue en la octava jornada que se vivió la mejor asistencia con casi 22 mil de aforo total, aunque la gran mayoría fue de los Diablos Rojos, ellos aportaron un gran número. Fuera de ese registro, los restantes han tenido menos de 18 mil seguidores. La más baja fue contra Xolos de Tijuana (12,492) y la más alta contra los Tuzos del Pachuca (17,148).
CRUZ AZUL, EL PEOR REGISTRO ENTRE EQUIPOS GRANDES
Entre todas las asistencias como local de La Máquina da un promedio de aproximadamente 15,600 aficionados en el coloso de Santa Úrsula, que es llenado en un 18% de su capacidad, el peor registro entre los equipos grandes del futbol mexicano.
Las Águilas del América juegan en el mismo recinto y han tenido un promedio del doble (32,829), es decir el 40 del aforo total del inmueble mundialista. El gran momento del equipo azulcrema y contrataciones bomba como Jonathan Rodríguez ha redituado en mejores entradas que su vecino de la capital. Con Pumas ha pasado algo similar. La llegada de Dani Alves ha regalado mejores entradas y un promedio de casa 25 mil en el Olímpico Universitario. Incluso Chivas, que tampoco ha vivido un gran momento en el torneo, ha tenido mejores asistencias con un promedio de 26 mil en el estadio Akron. Muy lejos quedan los equipos norteños, que semana a semana llenan el BBVA y el Universitario casi en su totalidad.
El Coloso de Santa Úrsula tiene una capacidad de 81 mil 070 asistentes. Dicha cantidad lo hace prácticamente imposible para que semana a semana pueda ocuparse su máxima capacidad, sin embargo, los 15 mil en promedio que registra La Máquina no llenaría ningún estadio de la Liga MX. El de Mazatlán es el más cercano gracias a su capacidad de apenas 20,195 aficionados, es decir, el público cementero lo llenaría en un 79%. Un similar caso podría ocurrir en el Victoria de Aguascalientes y el Hidalgo en Pachuca, con un aforo menor a 30 mil personas. Sin embargo la mayoría de estadios, con el aforo que registra el Azteca en los partidos de Cruz Azul, también tendrían una asistencia menor al 50% de su capacidad.
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