Con un chispazo lleno de magia de Santiago Giménez y Orbelín Pineda, así fue como encendió La Máquina en este Grita México 2021. Cruz Azul se quitó la campeonitis de encima, ganó por primera vez y se declaró listo para la Concachampions. Necaxa tuvo luz, quiso electrocutar al monarca, pero terminó completamente fundido. 1-2 final.
El equipo cementero no presentó de inicio a su mejor cuadro. Jonathan Rodríguez, Yoshimar Yotún y Orbelín Pineda volvieron, pero solo el mexicano alineó como titular. Juan Reynoso repitió línea de cinco al fondo, donde trató de imponer su estilo defensivo. Memo Vázquez respondió con un par de movimientos con la intención de detener el peligro de su rival.
El Estadio Victoria se tiñó de azul celeste a un 65% de su capacidad. La locura del campeón se transportó a Aguascalientes y el ánimo fue totalmente para los visitantes. Necaxa no se dejó y poco fue intimidado con ese escenario en su contra. La intención fue herir al actual monarca fue clara y lo intentaron en diversas ocasiones. El local metió a La Máquina en su cancha y poco le dejó hacer. Esa fue su fórmula y por algún lapso de tiempo le funcionó a la perfección. A Cruz Azul le llegaban muy fácil, pero los atacantes Ángel Sepúlveda y Rodrigo Aguirre no lograron enchufarse.
Los celestes intentaron avanzar con Orbe al mando. El seleccionado nacional tuvo una brillante Copa Oro y llegó con estupendo ritmo. El Maguito fue el más peligroso por el lado cementero y estuvo cerca de abrir el marcador, sin embargo, no pudo conectar el balón en la más clara que tuvo. El estado de la cancha afectó en el bote y su disparo salió defectuoso.
Bryan Angulo pasó desapercibido. Walter Montoya corrió por todos lados, pero no pudo. Juan Escobar fue quien quiso hacer algo distinto por la banda derecha y esa fue la llave para inquietar en el área necaxista y de anotar primero. Fue en una jugada táctica. El Chaque apuró un cobro de esquina, el lateral paraguayo se metió entre Idekel Domínguez y Jesús Escoboza, y en el último momento mandó centro, que buscó Angulo, pero fue Formiliano el que remató al fondo de forma equivocada. Justo cuando los electricistas se vieron mejor, llegó el balde de agua fría en sus aspiraciones. Sus falencias en los costados volvieron a hacer de las suyas y los celestes lo aprovecharon.
La fiesta comenzó a ser de color azul, pero fue arruinada por el VAR. El videoarbitraje, al que nada se le escapa en el rectángulo verde, se percató de un jalón de Julio César Domínguez sobre Formiliano. El central ni se enteró, pero la tecnología lo ayudó y tras varios minutos de revisión, marcó pena máxima. El Cata no lo pudo creer y Alejandro Zendejas hizo válido el cobro desde los onces pasos. Una vez más, la defensa capitalina regaló un penalti que le salió bastante caro.
La Máquina comenzó el complemento con una nueva idea. Yotún, Cabecita y Santi Giménez ingresaron y refrescaron la estrategia. La mancuerna que dio tantas alegrías en el ataque en el torneo pasado recibió la confianza. Fue el canterano quien respondió. Pineda sacó la magia y el Bebote la guardó en la red.
Cruz Azul jugó con el cronómetro a su favor, el tiempo pasó como de rayo y Necaxa no supo cómo responder ni con su Tanque y Comandante. La Máquina encendió, a medio gas, pero ya ganó.
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