Oh la la. El francés de siempre. André-Pierre Gignac. El galo a través de un penalti marcó su tanto 29 en Liguillas y sirvió para que Tigres le ganara a uno de sus némesis en fases finales. Pachuca se saboreó el empate en el estadio Universitario, incluso estuvo cerca del triunfo, pero Nahuel Guzmán les sacó varios tiros de gol a los atacantes Tuzos. La igualada estaba cantada, pero nunca se puede dar por vencido a Dedé. No fue el mejor juego de Gignac, pocas veces tiro a la portería, sin embargo, en la única ocasión franca que tuvo no la desperdició. El 1-0 parece un resultado corto. Pachuca es un huracán en su casa, pero la astucia de Miguel Herrera puede ser determinante para el juego de regreso.
El juego fue bueno a secas. El guion estaba repitiéndose, eliminatorias contrastantes entre los finalistas. Toluca y Santos se acabaron todos los goles y casi dejaron sin nada a Tigres y Pachuca. Lo mismo sucedió una noche antes con las otras series.
El estadio Universitario estuvo expectante. La Liguilla se convirtió en la etapa favorita de los Incomparables en los últimos años, jugar en el Volcán significa casi siempre salir quemado.
Pachuca enseñó las razones que lo colocaron en la parte alta de la tabla general. Los Tuzos fueron inteligentes y con ataques precisos pusieron en aprietos a Guzmán, el Patón sacó la capa de héroe. El guardameta argentino fue factor para que los blanquiazules no se pusieran enfrente en el marcador.
El tiempo jugó en contra de Tigres. La desesperación se notó en los jugadores. Ir a Pachuca sin ventaja era ceder la eliminatoria.
Los Tuzos encontraron espacios y siguieron tirándole a Nahuel, pero la brújula se les averió. Eduardo López, Avilés Hurtado y Nicolás Ibáñez merodearon el área constantemente.
La tensión creció. Hubo cambios, piernas frescas para soportar lo que restaba del partido.
Tigres acarició el primer tanto tras un penalti que marcó Fernando Hernández por una supuesta mano en el área, el árbitro revisó el VAR y notó que no existió infracción. Todo siguió igual.
La batalla estaba diluyéndose, en ese instante Víctor Guzmán trompicó a Guido Pizarro en el área y se marcó otro penalti. Ese fue legal a pesar de los reclamos de los Tuzos.
Gignac tomó el balón y con toda la potencia fusiló a Oscar Ustari. El Volcán celebró, le cantó a su francés y comenzaron a ilusionarse con un título. Antes de todo eso tienen que cerrar la serie en Pachuca.
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