Victoria de Bravos sobre Dodgers

Quizá los bateadores de Atlanta se poncharon 14 ocasiones, pero tuvieron algo que Los Ángeles no, el bateo oportuno. Austin Riley guio a los Bravos con un imparable de oro que dejó tendidos a los Dodgers. 3-2 salieron con la victoria en el primer juego de la Serie de Campeonato.

El tercera base puso la producción ofensiva, remolcó dos carreras, una a través del batazo de cuatro esquinas, la otra con un lineazo al prado izquierdo. El hit encontró a Ozzie Albies en las bases y acabó el partido.

La novena californiana tuvo sus oportunidades, sin embargo, perdonó, dejaron a siete corredores olvidados en las colchonetas.

EL JUEGO

Esta vez la estrategia de abrir con el relevista Corey Knebel le falló al mánager Dave Roberts, un lanzamiento descontrolado le permitió a Eddie Rosario timbrar desde la tercera base. El boricua fabricó la rayita, se embasó con un sencillo, luego avanzó a la segunda colchoneta en un robo y llegó a la antesala durante un rodado.

La respuesta de los campeones vigentes llegó de inmediato, AJ Pollock se colocó en posición de anotar tras disparar un doblete, Chris Taylor se ocupó de mandarlo a la registradora.

Will Smith puso adelante a la novena californiana en el cuarto tramo. Abajo en la cuenta 0-2, desintegró de un batazo la pelota, la esférica salió proyectada a 168 kilómetros por hora y recorrió 415 pies, un misil fue lo que cayó en el jardín izquierdo.

Atlanta contestó de la misma manera. Austin Riley sacudió un jonrón solitario sobre Tony Gonsolin. El tercera base lució a la defensiva y con el madero.

Los Dodgers dominaron el juego, Max Fried consiguió limitar el daño. El zurdo estuvo sobre la lomita de las responsabilidades durante seis innings, recibió ocho imparables, pero sólo aceptó dos carreras.

El bateo oportuno desapareció. Taylor se colocó a tiro de hit de anotar la tercera rayita de los visitantes, pegó un doblete sin outs, nadie pudo empujarlo al plato.

La ausencia de Max Muncy volvió a pegar en la alineación angelina, Justin Turner no ha podido con el paquete de ser el bate de poder. A pesar de que Cody Bellinger respondió en la serie ante San Francisco, lo mandaron a la banca. Ingresó al juego en la recta final.

Los Ángeles desperdiciaron otra oportunidad en el noveno rollo, Bellinger dio un piconazo de hit, Taylor se avorazó, trató de avanzar a la antesala, se arrepintió a medio camino y lo pescaron, así terminó otra amenaza.

Una vez que Ozzie Albies se embasó, fue un dolor de cabeza, se robó el segundo cojín. Dave Roberts tuvo entre sus opciones ofrecerle la primera base a Riley, quien ya lo había castigado, optó por enfrentarlo, la movida no le salió, su equipo está abajo en la serie.

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