Holanda Humilla al Campeón

humillacionPrimer partido en un Mundial como campeones del mundo. Cuatro años después de  la final de Johannesburgo que cambió la historia de España para siempre. Qué  tiempos aquellos. La Roja de blanco, la Oranje de azul. Cuatro novedades en la  alineación de Del Bosque respecto a Sudáfrica. Azpilicueta y Jordi Alba por  Puyol y Capdevila. Diego Costa arriba por Villa y Silva en lugar de Pedro.

Holanda tenía muy claro lo que debía que hacer. La prueba llegó a los 8  minutos tras un fallo grave de Jordi Alba. El lateral dejó muerto un balón con  el pecho, Robben soltó de primeras con la zaga desguarnecida y Sneijder se  plantó solo ante Casillas. Su naranjazo lo saco el capitán de la Roja a una  mano, con la seguridad que le caracterizaba en los grandes torneos.

España se quedó con el balón desde el saque inicial mientras Holanda esperaba  en su campo, con tres centrales y dos laterales. En la telaraña de Van Gaal se  buscaba la vida uno de Lagarto. Corriendo a los balones largos e incomodando a  los centrales con pitidos de fondo. Suya fue la primera de la campeona del mundo  en el 13′. Silva robó la cartera a un defensor holandés y Costa se hizo un lío  cuando iba a tirar. En la segunda no se lo pensó tanto y disparo fuera tras otra  recuperación de Silva. El canario era una mosca para la defensa holandesa.  Estaba en todas partes sin hacer ruido, molestando al que tenía el balón y  buscando los espacios.

Han pasado cuatro años pero De Jong sigue repartiendo a sus anchas. Esta vez  le tocó a Busquets, que se llevó un recuerdo del aguerrido mediocentro. El malo  de la película era el mismo y también el guión. Intentar intimidar a España para  que no la tocase a su antojo. En el 25, el pato lo pagó De Guzmán por una falta  a Iniesta. Primera amarilla del partido.

Costa sacó un penalti Fue el preludio de la jugada del  penalti a Diego Costa. Engancharon Iniesta, Silva y Xavi Hernández, que sacó del  estuche la escuadra y el cartabón para trazar el pase a Diego Costa. De Vrij  llegó pasado de frenada al cruce y el hispano brasileño cayó al suelo, en  aparencia barrido por el defensor holandés.

Lo supo hacer Costa, que en lugar de pisar tierra firme dejó que le  arrastrase la marea. Rizzoli vio una estrella caer al suelo, picó el anzuelo y  pitó penalti. Es más fácil que suceda cuando eres el anfitrión o el campéon del  mundo. A este paso, será el Mundial de los árbitros. Tres partidos y tres  suspensos.

Xabi Alonso fue el encargado de lanzarlo, a la derecha de Cillesen, raso y  fuerte. Menos mal, porque el meta holandés adivinó el lanzamiento y a punto  estuvo de sacarlo. Con el viento a favor, España desperdició la oportunidad de  sentenciar en el 42 tras un pase excelso de Iniesta que Silva. El canario lo  desaprovechó con un intento de vaselina que acertó a sacar Cillesen. Esas, en un  Mundial, hay que meterlas.

Un minuto después, un pase teledirigido de Blind desde la izquierda descubrió  un socavón en la espalda de los centrales españoles. Van Persie burló la  vigilancia de Ramos, con Piqué rompiendo el fuera de juego, y se lanzó con fe a  buscarla para conectar un poderoso cabezazo en carrera que dejó petrificado a  Casillas, clavado en mitad del área. Empate y al descanso. Empezaba a caer un  chaparrón en Salvador de Bahía.

Una segunda parte para olvidar En el 53′, otro balón  voló desde la izquierda para aterrizar entre los centrales de España. La cazó  Robben, que esquivó con suma facilidad a Piqué y disparó antes de que Ramos  llegase a taponar. Esta vez, Casillas no pudo hacer milagros. Cuatro años  después se repetía la misma situación para España, que estaba por debajo en el  marcador en el primer partido. Pudo ser todavía peor si Van Persie manda a la  jaula la volea que estrelló en el larguero en el 60′ después de que Iker la  rozase con los dedos.

Quedaba media hora por delante y había que cambiar necesariamente de  registro. Torres y Pedro dentro, Diego Costa y Xabi Alonso fuera. Pero no era  ese el problema. España hacía aguas atrás en cada ataque holandés. En el 65′,  una falta lateral de Sneijder desde la izquierda, llegó el tercero. Casillas  salió mal, Van Persie le obstaculizó con el codo y De Vrij marcó en el segundo  palo como pudo.

Robben rubricó la venganza España se picó en su orgullo,  fruto del resultado y de la desesperación. Amarilla a Casillas por protestar,  amarilla a Van Persie por una fea falta a Pedro y gol anulado a Silva cuando la  Roja intentaba engancharse al partido para salvar, al menos, el empate o el gol  average. Pero no era el día de España ni de Casillas, que regaló el cuarto tras  un mal control en una cesión. Van Persie aceptó el regalo y el cuarto subió como  una losa al marcador en el 72′.

Van Gaal sonreía en la banda, los holandeses hacían la conga y a España se le  ensuciaba la estrella. Quedaba todavía el quinto, obra de Robben en el 80′. Se  fue en velocidad de Ramos, regateó a Casillas y marcó rabioso. Lo celebró  delante de la cámara, burlón y vengativo, mientras los jugadores españoles  querían que les tragase la tierra. Mazazo brutal que costará superar para estar  en octavos. Las sensaciones son las peores.
Con Información de Marca
Síguenos en Twitter @paracomentarse
En Facebook Paracomentarse
Escríbenos [email protected]