La Motivación en el Deporte

La motivación es una de las variables psicológicas más importantes al realizar cualquier actividad de la vida cotidiana, ya que orienta y dirige la acción intensificándola o disminuyéndola según sea el caso.

Motivación se puede definir como el conjunto de variables sociales, ambientales e individuales que determinan la elección de una actividad, la intensidad en la práctica de esa actividad, la persistencia en la tarea y el rendimiento.

La motivación es un elemento clave para lograr el compromiso y la adherencia al deporte, ya que es el más importante e inmediato determinante del comportamiento humano, pues lo despierta, le da energía, lo dirige y lo regula, siendo por tanto un mecanismo psicológico que gobierna la dirección, intensidad y persistencia de la conducta (Iso-Ahola y St.Clair, 2000), se distinguen dos tipos:

1. La motivación intrínseca que supone el grado de compromiso de un sujeto con una actividad por el placer y el disfrute que le produce, por tanto, impulsa al ser humano a mejorar y a dominar su entorno, sirve para conseguir metas más difíciles.

2. La motivación extrínseca se caracteriza por una actuación en búsqueda de un incentivo externo, y por tanto el sujeto se compromete en una actividad sólo por conseguir una recompensa por ejemplo, una situación social, dinero, comida, cualquier otra forma de recompensa o evitar un castigo.

La motivación influye en el aprendizaje del deportista reforzándolo y aumentándolo, así como también en el rendimiento ya que pondrá todo su empeño para alcanzar satisfacción personal debido a lo bien que se siente con la labor que lleva a cabo.

Por otra parte influye en la persistencia, esfuerzo, intensidad y frecuencia del entrenamiento, ya que si está motivado será más perseverante y pondrá más ímpetu para lograr nuevos retos, incluso a pesar de la adversidad.

Como técnicas de motivación se pueden utilizar los incentivos, en los cuales los factores externos impulsan al deportista hacia determinadas tareas e influyen de manera efectiva en su comportamiento. Los incentivos positivos facilitan conductas específicas, mientras que los negativos ayudan a eliminar comportamientos no deseados.

La segunda técnica motivacional sería el establecimiento de metas, la cual, una vez teniendo definidos y asumidos los objetivos que se pretenden alcanzar, permite que la conducta se dirija con mayor fuerza hacia la consecución de dichos objetivos, los cuales actúan para enfocar la atención y acción de los deportistas, movilizar la energía, los esfuerzos y la creación de estrategias para alcanzar la meta trazada.

A manera de conclusión se dejan algunos consejos para que la motivación siempre esté presente en su lugar de entrenamiento, lo cual se puede lograr fácilmente haciendo partícipes a los deportistas en el proceso de decisión y dándoles responsabilidades, utilizar refuerzo positivo y aprobación siempre que sea posible, establecer objetivos alcanzables pero que representen un reto tanto en entrenamientos como en competencias, cambiar el concepto de éxito, ya que no se asocia solo con ganar, sino con conseguir los objetivos fijados, asegurar variedad en el programa de entrenamiento, facilitar la comunicación, fomentar el sentido de orgullo en pertenecer al grupo, establecer normas comunes de conducta, valorar las contribuciones individuales y creer siempre en uno mismo.
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